Capítulo 37
Demonio Lobo
El cielo sobre la tribu Storm estaba cubierto de nubes grises, reflejo de la tensión que se palpaba en el aire. Lukas se encontraba en el centro de la aldea, rodeado de guerreros de su tribu, todos armados y atentos. Sus ojos, siempre tan calmados y sabios, ahora estaban cargados de preocupación y determinación. Frente a él, de pie sobre un terreno ligeramente elevado, estaba Seth, acompañado por varios de sus hombres. Su postura era desafiante, y su mirada ardía con la ferocidad de un lobo acorralado.
—Te lo diré una vez más, Lukas. —Gruñó Seth con su voz resonando como un trueno en la pequeña plaza. —Entrégame a mi hija.
Lukas apretó los puños, a la par de su mandíbula tensa mientras le sostenía la mirada de Seth.
—Tu hija está muerta, Seth. —Respondió con calma, aunque cada palabra era como un cuchillo en su garganta. Había repetido esa frase tantas veces que casi se había convencido de su verdad. —No entiendo por qué sigues insistiendo en algo que no exist