Olivia emitió un pequeño jadeo por la sorpresa, tenía una mala premonición ante la presencia de su madre en la misma celda, pero se obligó a dejarse ver serena.
— ¿Sabes que estoy aquí por tu maldita culpa? - Teodora se acercó a la mujer con desprecio en su voz y en su mirada.
— No es mi culpa, tú estás aquí por tus propias acciones, si no me hubieras hecho daño en la Villa, no estarías aquí— Olivia retrocedió al sentir la cercanía de Teodora.
— No, tú eres la mayor desgracia de mi vida desde que apareciste todas mis desgracias lo hicieron contigo, Mariana debería de ser la única, pero tenías que aparecer la maldita abandonada en la puerta de la casa.
— Háblame de eso.— Pidió Olivia - Además tú nunca has hecho caridad, así que ese informe contiene mentiras, no fui encontrada en un orfanato, dime la maldita verdad - Olivia pasó saliva al hablar en ese tono a la mujer.
— Qué gusto me daría restregar en tu maldita cara todo, pero solamente sé que eres una maldita recogida, eres la peor b