DE CAPRICHO A AMOR VERDADEROES

–Will…

–No me llames así ¡no tienes ningún derecho de llamarme de ese modo! – sometiendo a la joven con un potente grito– ¿Por qué no lo vi?

–Will…

– ¡No vuelvas a llamarme así! – provocando que Anastasia, baje la mirada de golpe – tú nunca…nunca me amaste…

–Yo…yo…eso era antes…

– ¿Antes de cuándo? ¿antes de pegarme un tiro en la espalda? – viendo a la joven derramar lágrimas

– ¡No! ¡yo ya te quería desde cuando nos casamos!

– ¡Tú solo te casaste conmigo porque Lois te dejó de lado! ¡siempre supiste que te quería! ¡siempre supiste de mis sentimientos! ¡y no te importó mandarlos a la m****a por él! ¡lo único bueno que me diste fue mi hijo!

– ¡Sammy es lo más hermoso que tenemos! ¡Will! ¡piensa en él! – tratando de acercarse al hombre pero este se aleja en el acto – no…no me rechaces…

– ¡Porque pienso en él es que te quiero fuera de mi casa!

– ¡Si no querías que volviera me hubieras dejado en el hospital! – tapando su carita mientras llora, a lo lejos se escuchan los llantos de su bebé

–Fui por ti porque pensaba que de verdad te importaba – secando sus ojos con fuerza – pero tu hermano…

– ¿Mi hermano? ¿Qué…qué te dijo? ¡contéstame ¿Qué te dijo?!

– ¡Me dijo la verdad! ¡me dijo por qué te casaste conmigo! – dejando pasmada a la joven – tú nunca me amaste…

– ¡Eso mentira Will yo te quiero! – se acerca al hombre pero este lo empuja y lo hace golpearse contra una vitrina de cristal, este rompe y Anastasia cae con un corte en su cabeza…la sangre sale de la pequeña herida – Will…

–Largo de mi casa, tienes veinticuatro horas para irte

–No…¿Qué será de Sammy?

–Nunca permitiré que estés cerca de mi hijo, quiero que te largues…

– ¡Tú dijiste que me querías!

Se acerca al joven y susurra en su oído – pues olvídate de toda la m****a que te dije, ya no soy el William del que te burlabas y despreciabas

–Will…

–Vete, vete con el amor de tu vida, vete con mi hermano y vive tu vida…olvídate de nuestro hijo, olvídate de mí…

–Will, yo…yo te quiero ¿Por qué no me crees? – hipeando…mientras trata de secar sus ojos..

–Porque todo lo que sale de tu boca son mentiras – mirando como la joven llora y la sangre mancha su vestido verde – ¿Qué estás esperando? ¿una puta invitación? ¡quiero que te largues de mi casa! ¡tienes un maldito día para largarte! – saliendo de la habitación del joven

– ¡Will, por favor…escúchame, yo te quiero! ¡yo te quiero ¿Por qué no me crees?! ¡Will!

Un año atrás…

La familia Smith, dueña de varias haciendas productoras de excelente vino de flores de cerezo ha sufrido de cambios importantes, el primero el patriarca de la familia ha muerto dejando todo a cargo de su hijo mayor, Marcus quien hace malos negocios e inversiones y ha dejado a la familia al borde de la ruina, pero no todo está perdido, el hombre de carácter del demonio tiene algo con lo que puede negociar, su caprichoso y consentido hermano menor; Anastasia, quien ha estado en una relación con uno de los hijos de la familia Hall, Lois Mint…y ustedes se preguntarán si es de la familia Hall ¿Por qué lleva otro nombre? El hombre no quiere tener relación con esa familia de trabajadores así que usa el apellido de soltera de su madre, y así ha logrado construir una fortuna considerable, dejando de lado a su familia y a su hermano gemelo William, quien también con esfuerzo ha logrado conseguir una fortuna respetable, comprando una hacienda y produciendo vino de Sidra de manzana.

William a amado a Anastasia desde que eran niños y solían correr por entre los eternos viñedos de la hacienda principal de los Smith, pero al crecer la joven se volvió una consentid y por lo tanto se ha vuelto una malcriada y caprichosa joven de dieciocho años, que siempre lo ignora, humilla su origen humilde y sobre todo disfruta de restregar en su cara la relación con Lois…por quien ha sentido aversión desde que eran niños…

Pero a Lois no le interesa Anastasia mientras no tenga sus tierras y dinero, y las haciendas están hipotecadas, sus vinos ya no se venden como antes y sobre todo…ya no aguanta a la joven caprichosa y consentida.

–Lois ¿Por qué me dejas? – tratando de secar sus ojos – dijiste que me querías

–Anastasia, eso era pasado…

–Si es por la situación de mi familia, mi hermano ha empezado un nuevo proyecto, la cosecha de este año parece que será buena y podrá…

–Anastasia, basta…ya estoy comprometido – dejando a la joven pasmada

– ¿Qué? ¿comprometido? ¡¿con quién?!

–La joven heredera de la familia Hill…

– ¿Leonela? ¡¿te vas a casar con esa joven?! ¡¿Qué tiene ella que no tenga yo?! – formando un puchero

–Es una joven responsable y centrada…tú solo eres una mimada y un consentida; sin mencionar que estás en la ruina

– ¡Podemos volver a estar en pie! ¡Lois!

–Fue lindo mientras duró – acercándose a la joven – ¿quieres un consejo?

– ¿Eh? – secando sus ojitos con fuerza

–Cásate con el imbécil de mi hermano – despidiéndose con la mano – buena suerte, Anastasia…

– ¿Casarme con William? Debe estar loco ¿yo, casado con ese campesino bueno para nada? – formando un puchero…

….

–Bien ¿Cómo estamos en los números?

–Nuevamente han bajado, varios inversionistas han dejado en claro que si no paga lo prometido, iniciarán proceso penal

– ¿Proceso penal? – abriendo su abanico para darse aire – y Lois ¿Qué ha dicho? ¿se casará con Anastasia?

–El señor Lois ha dejado esta nota para usted señor – acercándose y dando el papel al alfa

–Maldito hombre desgraciado “no me casaré con la mimosa de tu hermana, ahora mira cómo sales de tus deudas, con mi dinero no cuentes” habla con los inversionistas, mañana iré a la ciudad para hablar concretamente…

–Señor – entrando mientras hace una reverencia

– ¿Qué pasa?

–William desea verlo

– ¿William? ¿Qué quiere ese campesino muerto de hambre? No voy a volver a contratarlo…

–Dice que quiere hablar de negocios…

– ¿Hablar de negocios? ¿conmigo?, jajajajajaja, bien entonces hazlo pasar

El joven hace pasar a William, su mirada decente, limpia y sin mancha alguna de codicia delata que es un hombre noble y sobre todo en la flor de la vida, así que entra y toma asiento frente al hombre de ojos azules que abanica su rostro y lo observa como siempre lo ha hecho como un ser bajo e inferior a sus ojos.