Ya llevo un mes de estar en esta universidad, mamá ya vino a visitarme a mi departamento y les cuento que casi no me encuentra porque era domingo y ese día no había Universidad y habíamos quedado con los chicos en ir a dar una vuelta por la ciudad.
Aún no me había levantado eran las diez y cuarenta minutos de la mañana, cuando la señora Carolina Facussé hizo su acto de presencia.
Llamada de mamá...
- Hola mamá.
- Hijo buen día, ¿ya te levantaste?
- No mamá, aún no me he levantado.
- Hijo, te envié unas cosas con alguien que iba para ese lugar, le dije que te las dejara en la puerta. Sal porque ya deben de estar ahí.
- Está bien mamá, ahorita voy.
Me levanto de la cama y así como estoy solo en boxer, me encamino a buscar las dichosas cosas, que por cierto mamá no me dijo que eran.
- ¡Sorpresa! grita mamá y yo me quedo paralizado por la impresión.
- ¿Cariño no te da gusto que mamá te haya venido a visitar?
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