—No quiero seguir así —suelto—, la vida es tan injusta. —Comienzo a sollozar y él limpia las lágrimas que empiezan a correr por mis mejillas—. ¿Por qué las personas malas no se cansan de atormentar a sus víctimas?
—¿Te refieres a Emiliano? —pregunta con preocupación—. ¿Te escribió? ¿Te llamó?
—No —sacudo la cabeza.
—¿Entonces?, ¿qué pasa?
—Yo estoy segura, él está con Serena y quieren destruirnos —insisto.
Alessandro aleja sus manos de mí y suelta un largo suspiro.
—No caigas en especulaciones, por favor —pide y se da media vuelta para tomar unos tomates y echarlos al lavaplatos—. Conozco a Serena, ella está un poco loca y no sabe lo que quiere en la vida, pero no es de las que se alía con personas para destru