EL SUICIDIO DEL MAESTRO J.G.

La única mentira que Dios no castiga ni cuestiona es aquella arrojada para el sacrificio de una más grande. ¿O no? Da lo mismo. El cordón va bien fijo a mi cuello, la cafetera pilla de lo vacía que está y la cajetilla de cigarros sin uno solo me confirma la suerte. Estoy a punto de suicidarme. Que el barbas me perdone.

Cinco años antes

¿Te acuerdas cuando nos quisimos? Eran tiempos de prosperidad, días de esperanza en los que me atrevía a esperar lo mejor de las cosas. Claro que no fue sencillo. ¿Olvidas la mañana en la que estuve a nada de matarte? Ibamos rumbo a la escuela, cuando manos y lengua se echaron a dormir en plena hora pico. Recuerdo que te paraste en carril de alta velocidad y más de uno saludó a tu madre sin saber que estabas a punto de morir.

En aquellos días no fumabas, aunque abusabas de la b

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo