Grayson iba conduciendo su auto. Tenía una cita muy importante. Salió de la parte más concurrida de la ciudad y tomó una avenida un tanto solitaria que utilizaban más que todo viajeros que se dirigían a la salida del estado. Colocó su luz de cruce y entró al un hotel que se encontraba allí en esa avenida y se estacionó. Al bajarse del auto observó que el auto donde iban sus escoltas se estacionó del otro lado sin bajar los vidrios polarizados.
Grayson subió al pasillo del segundo piso y tocó la puerta. A los pocos segundos, alguien se asomó a través de la cortina de la ventana para luego abrir la puerta.
-Ashley – Dijo Grayson con sencillez –
-Grayson – Respondió Ashley tranquila – Pasa adelante –
-Gracias. ¿Cómo te has sentido? – Preguntó Grayson –
-Triste. Al saber de la muerte de Kadeer – Dijo Ashley con sus ojos inundados de lágrimas – Es prácticamente, el único amigo que he tenido –
-Lo sé y lo siento – Dijo Grayson – En parte, por eso es que estoy aquí –
-Gracias, pero siento qu