Novalee se observó en el espejo con el lindo vestido azul de seda que se amoldaba perfectamente a su cuerpo. Su cabello lo llevaba suelto con ligeros rizos en las puntas y su maquillaje era sencillo, resaltando el azul de sus ojos. Tomó el bolso de la cama que hacía juego con sus zapatos y salió del cuarto rumbo a las escaleras para llegar junto a su amiga que estaba en la sala cuadrando lo de la lista de invitados.
-¡Amiga! ¡Qué bella estás! – Dijo Jashera cuando la vio –
-Gracias –
-¿A dónde vas? – Preguntó Jashera – Más importante ¿Con quién vas a encontrarte? –
-Ah, es que voy a un almuerzo de negocios con el señor Bettina para contratar lo de la campaña publicitaria para mi negocio – Respondió Novalee –
-¿Bettina? ¿Vas a salir con el demonio ese que nos encontramos en el atelier de novias? – Preguntó Jashera haciendo un gesto de desagrado –
-Pues, resulta que ese Bettina desagradable tiene un hermano que es todo lo opuesto a él. Un caballero, inteligente y pues… la verdad es que