Estoy Aquí
Claire despertó lentamente, la luz suave de la mañana entraba por la ventana, filtrándose a través de las cortinas blancas. El hospital estaba en silencio, solo roto por el sonido lejano de un timbre y el murmullo bajo de las conversaciones de los pasillos. Parpadeó varias veces, confusa, hasta que sus ojos se encontraron con los de Nate, que estaba sentado cerca de la ventana, observándola en silencio. Su presencia era casi palpable, como si estuviera esperando que ella despertara.
- ¿Nate? - preguntó Claire, su voz rasposa por el sueño.
Nate sonrió levemente, pero había algo en su mirada que mostraba una mezcla de preocupación y cansancio. Diana, que había estado observando la escena con una mirada expectante, se incorporó ligeramente en la cama.
- Le pedí a Nate que te lleve a casa, Claire. - dijo Diana, con su tono característico entre maternal y pragmático - Nos vemos más tarde y todo estará bien.
- ¿Estás segura?
- Claro, el médico vendrá pronto y te avisaré lo que me