Avery se sintió al instante con la cabeza despejada.
Tuvo la fuerte sensación de que la persona a la que Elliot intentaba salvar era probablemente la mujer de su corazón y de su mente.
Le resultaba imposible desearles felicidad.
Avery puso el coche en marcha y encendió el aire acondicionado, lo cual llenó el coche de aire frío.
Decidió ir a casa y sacar a los niños a pasear por ese día.
Todavía no había salido con ellos desde su regreso a Aryadelle.
...
"¿Dónde vamos a jugar, mami?".
Layla y Hayden estaban sentados en sus asientos individuales dentro del coche.
Ambos niños estaban sentados obedientemente en el asiento trasero.
Avery no había decidido a dónde llevar a los pequeños.
En comparación con otros niños, Layla y Hayden eran mucho más maduros.
"¿Qué tal el parque de atracciones? Hay uno enorme en la ciudad que parece un castillo". sugirió Avery con entusiasmo.
Layla exhaló y luego dijo con voz de bebé: "¡Hace demasiado calor, mami! ¿Podemos encontrar algún sitio más