CONTRA EL TIEMPO
Cuando llegue a mi habitación completamente acelerada, cerré la puerta detrás de mi poyándome en ella con el corazón yéndome a mil, inhale con fuerza llenando mis pulmones de oxígeno calmando a mi mente. Lentamente solté el aire por mi boca aun sintiendo ese desgarrador nudo en mi garganta, algunas lágrimas volvieron a salir recordando todo lo que había sentido teniéndolo de nuevo tan cerca de mí, todo la rabia y desilusión que sentí al escuchar la razón de su huida me sobrepasaba. Mis piernas empezaron a temblar cayendo lentamente al suelo… Simplemente quería llorar para que mañana volviera hacer la misma de siempre, tenía que volver hacer la de siempre.
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—Cuanto más tardaran… Mañana es el último día —dije a Ares al teléfono p