Sonrisas

Mi primer mes en la galería pasa más rápido de lo que imaginé, luego de que Adrien hablara con su socio, otra de mis esculturas se había vendido por una cifra exorbitante, incluso sin contar lo que tomó Val, la cantidad era tan malditamente buena, que no sabía qué hacer con tanto dinero.

Excepto trabajar.

Compré más mármol y cinceles nuevos, me sentía como un niño en juguetería, pensé en alquilar mi propio lugar, pero por primera vez en mucho tiempo, me sentía extrañamente a gusto aquí, Angie y su maldita cámara rondando siempre alrededor, los chistes sucios de Dalton, eran casi tranquilizantes, durante más de seis años no me sentí cómodo con relacionarme, pero tal vez ahora podría incluso tener amigos.

— Aquí estás — me sobresalto al escuchar la voz de Val detrás de mí, estaba concentrado tallando que no la sentí llegar, tiene puesto un vestido corto y sencillo, y tacones, la mujer siempre usaba tacones, me mira con una sonrisa animada — te hemos estado buscando

— ¿a mí? — pregunto dejando mis utensilios a un lado y mirando hacia ella

— Bueno, con todo el ajetreo de este mes, no te hemos dado una bienvenida decente — dice acercándose y poniendo sus manos en mis hombros antes de empujarle lentamente hacia la salida — y ya eres uno de nosotros, Scott

— ¿uh? — estoy entre confundido y ligeramente aterrado, realmente no me gustaban las sorpresas, en especial cuando aún no he recibido la llamada de padre o de Benjamin, realmente me preocupaba la salud de mi madre

— vamos, chico, tienes que ponerte algo decente si quieres salir bien en las fotos — me dice mientras me guía escaleras arriba, la miró confundido, ya que nunca había estado en esta parte del edificio

— ¿de qué hablas? — pregunto cuando llegamos al piso superior, que consta de un enorme departamento, y dos salones cerrados con llave, Levanto una ceja, impresionado, no es descuidado ni por completo elegante, tiene desde ventanales y una cocina expuesta con lo último en tecnología, e incluso una enorme pared de ladrillos rojos con varias pinturas colgando y un sofá de segunda mano.

— Hoy es tu primera exposición — me explica entregándome una caja de regalo — es una tradición hacerla sin que el artista se entere, Owen escogió el atuendo, pero si Angie pregunta, fue su idea

— ¿Mi exposición? — pregunto alarmado — pero no he terminado mis trabajos, y algunas piezas... — ella me silencia con la mirada

— arréglate y baja en media hora — me advierte antes de salir por la puerta azul que está en mi opinión demasiado desvencijada como para servir de algo.

Aún confundido, me dirijo al baño que está en la sala y me cambio con rapidez, preguntándome que demonios estaban planeando, el atuendo que han escogido consiste un par de pantalones de vestir y una sencilla camisa azul con corbata a juego, no se ve nada mal, pero no es exactamente mi estilo, así que conservo los convers. Para cuando regreso a la planta baja, todo está diferente, mis esculturas son el centro de atención, hay folletos y una pancarta con varias de las fotos que hizo Angie, quien, de nuevo, corretea con su cámara hacía mí

— Scott — chilla alegre, sus ojos están abiertos y llenos de emoción — ven a conocer a Trevor.

Me dejo llevar por ella, sintiéndome gratamente sorprendido, hay desde parejas en vaqueros hasta gente de negocios mirando mis esculturas y comentando alegremente, los chicos están reunidos en un área estratégicamente oculta entre los paneles, cerca del área de estar, todos están congregados en un círculo grande

— Trevor, te presento a Scott — Gina que está de espaldas a mí, se aparta y me sorprendo al verla girar una silla de ruedas en mi dirección, la escena en general trae recuerdos tan fuertes que me tambaleo por un momento.

— Un placer — dice el hombre en la silla, y me obligo a mirarlo, es joven, pero tiene una barba de varios días y el cabello oscuro, una cicatriz atraviesa su mejilla, y sus manos lucen destrozadas, llena de cicatrices y bultos que lucen demasiado dolorosos, sus piernas están cubiertas por una manta

— así que tú eres Trevor — digo reprimiendo una mueca y llevando mi mano a mi pecho, si mis manos estuvieran destruidas, yo...no lo soportaría, y a juzgar por la sonrisa tensa de Trevor, no lo estaba haciendo bien.

— el mismo... E inigualable — dice, en un evidente intento de aligerar el ambiente, una risa estridente nos hace girar a todos con sorpresa, un chico rubio que está de espaldas a nosotros se lleva las manos al pecho y se inclina hacia atrás mientras ríe, frente a él, Val lo mira como si quisiera partirle el cuello

— Owen está loco, de verdad — se queja Angie, pero está sonriendo — mira que hacer enojar a Val cuando Adrien está en la ciudad

— Eso, pastelito — dice Dalton entregándome una copa de vino, que bebo con gusto de tener una excusa para no hablar, la verdad el ambiente se sentía extraño, lleno de tensiones — se llama tener pelotas

— metete tu pastelito por el culo — se queja Angie, Trevor y yo levantamos las cejas, se ve como un chico agradable, pero las sombras en sus ojos seguramente tenían que ver más con el accidente y sus manos que con su actitud, podía verlo, por la forma en que los miraba a todos con cariño.

— ¿qué pasa, Angie? — pregunta Trevor, mira a Dalton y llámenme loco pero presiento que aquí había algo más que una simple amistad entre todos, había cierta tensión entre Dalton y Trevor — ¿celosa de Val?

Dalton se atraganta con su propia lengua, luciendo molesto al mirar a Trevor, y Angie abre los ojos con fuerza y mira a Dalton como si lo viera por primera vez,entre confundida y sorprendida, como intentando llegar a una conclusión, Gina golpea a Trevor en la cabeza y yo los miro a ambos, la cosa se estaba poniendo buena.

— Trevor — todos se congelan cuando Val llega hasta nosotros, sonriendo y luciendo aliviada, mientras le da una mirada perspicaz, y creo que empiezo a notar la dinámica entre esos tres, no puedo evitar sentirme un poco mal por Adrien, evidentemente Val estaba más interesada en el artista melancólico en silla de ruedas.

Pongo los ojos en blanco, cuando Gina carraspea ay la tensión se difumina disimuladamente, de repete todos más conscientes de que no estaban solos yo quería algo de drama, y a juzgar por la manera en que Dalton lucía seriamente interesado en su vino, aquí había una buena cantidad.

— Scott — me llama Owen, quien había llegado junto a Val, le doy una sonrisa coqueta en cuando lo veo, realmente nunca habíamos intercambiado más de diez frases, pero el chico definitivamente merecía una mirada o dos, cabello rubio corto y ojos avellana, una peca justo sobre su labio y esas malditas gafas de nerd.

Me encantaba follar a chicos con lentes.

— ¿Que sucede? — pregunto con cuidado, tenía que averiguar si era gay antes de decidir si hacer algún tipo de movimiento o no, si bien mi vida amorosa era una m****a, había algo en la sonrisa fácil de Owen que llamaba mi atención.

— hay alguien que quiere hablarte — dice mirando hacia atrás ante de que su mirada se pose en mí, y sonrío triunfal cuando parpadea dos veces y carraspea antes de hacer un movimiento para que lo siguiera, casi sonrojándose ante mi mirada, quero saltar de triunfo.

Tenía que serlo.

Me lleva a través de la galería. Para encontrarnos con una mujer mayor  y elegante que mira una de mis esculturas  favoritas de mármol negro, las hago pocas veces, pero esta era una pieza gemela

— ¿dónde está la otra? — pregunto alarmado, ya que era realmente importante que estuvieran juntas, especialmente si eran compradas, pero Owen me tranquiliza con una mirada y una sonrisa divertida antes de señalar hacia mi izquierda suspiro aliviado al ver la segunda pieza perfectamente posicionada, de forma que las dos esculturas eran como pilares para mi exposición

— Val pensó que ponerlas como pilares sería perfecto— me asegura Owen sonriendo antes de presentarme a la mujer, llama su atención y ella sonríe elegantemente mientras tiende su mano — Scott, te presento a Madame Delaney

— un placer — digo tomando la mano extendida de la mujer, quien tiene cerca de sesenta años y demasiado maquillaje para ser saludable

— El placer es todo mío, querido — asegura, dándome una mirada apreciativa que me hace sentir sucio, miro a Owen sintiéndome incomodo, él se limita a sonreír, divertido con mi incomodidad, lo que me hace fruncir el ceño, he visto miles de sonrisas en mi vida, pero algo en la suya me hace titubear un segundo, es tan...sincera.

— así que tú eres el joven que hizo la escultura que adorna la mansión de mi sobrino — dice la mujer guiñando un ojo en mi dirección, de forma casi coqueta, y creo que incluso cualquier heterosexual se sentiría incomodo con todo esto, cuando me da un guiño,  me estremezco y miro a Owen, quien luce demasiado divertido con la situación

— el mismo — repongo, intentando no mirar demasiado sus tetas, es decir soy gay y la verdad me dan igual, pero las cosas están tan expuestas que asusta, ese tipo de atuendo no debe ser legal, enserio.

— Owen — dice la mujer señalando a mi compañero el señor risas — dile a Valentine que me llevaré la pieza central y ese cuadro de su artista misterioso que tanto me gustó — ordena, Owen se ríe y asiente mientras me mira divertido

— Enseguida — dice antes de irse, me dedica una mirada burlona antes de retirarse

Tardo cerca de media hora en escapar de las garras de Madame Delaney quien insiste en que la llame Máxine, no tengo ni idea de quién es su sobrino o en general no me interesa demasiado la historia de vida de su tercer esposo, de verdad.

Estoy intentando superar mi trauma cuando Owen aparece detrás de mí con una copa de vino como ofrenda de paz, aunque realmente no parece sentirlo demasiado cuando se disculpa

— lo siento por eso, Delaney es como un perro con un hueso cuando huele carne fresca — me asegura con una sonrisa, inclinándose sobre la pared junto a mí, de inmediato me pongo en el juego, intentando tantear el terreno y descubrir su orientación sexual

— ¿qué hay de ti? — pregunto tomando un trago, él se ríe y se encoje de hombros, realmente eso no me daba demasiada idea sobre nada — Angie dijo que trabajas con arcilla

— lo intento — admite acomodando sus lentes y dando un sorbo a su propio vino — pero no soy tan bueno como tu o Trevor — señala un florero que se encuentra decorando uno de los pasillos — Hago algunos floreros y tazas, nada especial

Me acerco con curiosidad al florero que señaló y lo examino detenidamente, en realidad era bastante bueno, en especial el acabado.

— ¿tienes los hornos? — pregunto mirando el color, este era un trabajo muy elaborado para ser de un simple aficionado, tenía mucho potencial en realidad, entiendo por qué le ofrecerían una plaza en la galería

— no, pero Val me consiguió un pase gratis en el taller de una fabricante, aunque no lo uso demasiado estos días, me dedico más a los números — dice cruzándose de brazos, está mirando mi camisa y recuerdo que fue él quien me vistió

— Gracias por la ropa, tienes buen gusto — digo intentando mirar su reacción, pero antes de que pueda realmente soltar alguna otra tontería para halagarlo, una chica linda y rubia aparece a mi izquierda

— Owen, cariño — es una chica rubia y con un lindo vestido de verano, tiene ojos azules y un par de hoyuelos al sonreír, Owen sonríe al verla y se dan un beso que me confirma la relación, así que doy un paso atrás, retirándome del juego, si había algo en lo que no me gustaba meterme era en reacciones, y a juzgar por la mirada enamorada de la chica, la osa iba enserio

— Scott, te presento a Cinthya, mi novia — le tiendo la mano, parece ser agradable y risueña, me cae bien al instante, y no puedo evitar sentirme avergonzado por tener las intensiones equivocadas con Owen, aunque sigo pensando que es guapo.

Una vez que finaliza la exposición, Dalton me lleva a la cocina de área de descanso, donde todos están reunidos y celebrando, incluso Trevor sigue en el lugar así que el aire es bastante festivo, celebramos la venta de cuatro de mis esculturas, y es la fiesta de bienvenida oficial, pero no deja de sorprenderme cuando llegan con un pastel de crema y fresas, Angie salta contenta alrededor y me abraza

— Bienvenido —gritan todos contentos, aplauden mientras encienden una de esas velas que lanzan chispas y tomamos fotos divertidas, el ambiente es agradable y definitivamente me siento a gusto, se que a Alice le habría encantado estar aquí, pero no puedo hacer más que disfrutarlo por ella, y eso hago.

Descubro que Dalton y yo tenemos gustos en común, así que planeamos ir a un partido de futbol en unas semanas y con Angie quedamos para un concierto, Owen mientras tanto se divierte con Val, Cinthya y Sasha, mientras que Trevor y Gina se mantienen cerca de ambos grupos, luego de pensarlo un rato, me acerco a él.

— Entonces, oficialmente he sido remplazado — dice Trevor sonriendo, luce mucho más relajado que hace unas horas, pero su mirada sigue siendo algo triste

— No creo que pueda remplazarte — le aseguro — vi tu trabajo, tu técnica es impresionante, lo digo enserio

— Tu no estás nada mal, en l personal no me gusta trabajar con mármol, toma mucho tiempo, pero joder, tus piezas son realmente delicadas — me asegura —y vi que tienes una colección en proceso ¿Alguna musa?

— Podía decirse — admito, ligeramente avergonzado — Mi hermana es mi inspiración, me salvó la vida

Él sonríe comprendiendo, y hablamos por un rato, tiene un taller propio que no ha utilizado en meses, pero me ofrece alquiler a un precio decente, y lo considero seriamente, así que le prometo que iré a visitarlo para darle un vistazo al local. También comienzo a entender un poco la dinámica entre todo el equipo, y la relación tensa entre Trevor y Dalton se daba solo si Valentine o Angie estaban cerca, pero al estar solos parecían llevarse perfectamente, Spencer en cambio era todo risas cuando esto pasaba, había llegado algo tarde, pero podía ver como le divertía la situación.

La noche termina luego de repartir el pastel, así que me llevo un gran trozo, sintiéndome casi eufórico, este había sido un día maravilloso, tal vez finalmente mi vida estaba tomando el rumbo que debería.

Me paso la semana siguiente esculpiendo, he decidido que haré otro busto de Alice, para algunos puede que sea un poco bizarro la obsesión que tengo con mi hermana, pero para mí, es la parte más importante de mi vida, ella es literalmente la razón por la que sigo con vida, la razón por la que hago arte, y es la única forma que encuentro de demostrarle mi agradecimiento y de expiar la culpa que siento por seguir con vida mientras ella murió estando deprimida, la mayoría de mis últimas obras han sido sobre ella, porque es la única forma que encuentro de expresar todos esos sentimientos encontrados que causó en mí su muerte.

Así que el jueves por la tarde me dirijo hacia el taller, dando un vistazo a una exposición que no había visto antes, no había una ficha del artista como en la mayoría, solo una enorme pared llena de lienzos surrealistas y sus nombres, levanto las cejas con interés, eran cuadros realmente impresionantes, emotivos y con un aspecto casi mágico, debían pertenecer al "artista misterioso" del que hablaron una vez.

En el taller me encuentro con un muy molesto Dalton, quien gruñe en lugar de saludar y desquita su furia con un cuaderno de dibujo en un rincón, evento las cejas curioso y divertido con su reacción, ya que parece un niño pequeño haciendo una pataleta

— ¿Es que acaso ustedes no hacen otra cosa que estar en la galería? —  pregunto divertido mientras me acerco y agarro un par de hojas para bocetar y tres lápices, Dalton bufa y pone los ojos en blanco, casi como decidiendo si contestarme o no, al parecer su parte civilizada gana porque suspira y me mira

—  Nos gusta estar alrededor — dice encogiéndose de hombros e inclinándose sobre la mesa, sacudiendo la cabeza, decido no insistir demasiado, me centro en mi propio dibujo, estaba pensando en rediseñar el busto que estaba haciendo, al principio tenía una idea clara de su rostro tranquilo pero creo que al final me iré por la idea de hacerla con una leve sonrisa en lugar de la mirada perdida, ella solía tener una sonrisa radiante  —  además, Val no tiene personal así que ayudamos en lo que podemos — continúa Dalton, repentinamente queriendo conversar.

— ¿sin personal? —  pregunto con curiosidad, mientras busco un poco de masa para modelar en uno de los cajones cercanos, si es cierto que había unos tres o cuatro chicos de staff, y que Sasha me había contado sobre como algunos trabajadores creían que la galería estaba embrujada, pero realmente no me esperaba que el problema fuera tan serio.

—  Blue Valentine no es todo lujos y brillo como se cree — dice con una ligera sonrisa divertida mientras se frota los ojos, haciendo que sus brazos se contraigan de manera deliciosa, lo que me distrae momentáneamente, sacudo la cabeza y tomo la masa con mis manos, haría un pequeño busto al detalle antes de pasar a la arcilla, quería que todo quedara perfecto

— ¿qué es entonces? —  pregunto mientras cierro los ojos intentando evocar el perfil de Alice para retratarlo fielmente, la mayoría de fotografías suyas ya no estaban en mi poder, tenía algunas que miraba en casa, pero en general cuando estaba en el taller solía evocar más a la memoria

—   Una obra de arte — dice sencillamente — “Toda obra de arte es personal. El artista vive en ella, después de que ella vivió en él largo tiempo"

—  Jose María Vargas Vila — digo frunciendo el ceño, reconocía la frase, pero no comprendía del todo a que venía, o como podía realmente aplicarse a la galería, especialmente cuando intenta decirme que no es todo lujos como la gente piensa — ¿qué quieres decir? — pregunto, mirándolo con curiosidad

  —  nada, solo estoy melancólico — se mofa sacudiendo la cabeza — Solo me refería a la forma en que la galería hace parte de todos nosotros, lo que realmente estoy pensando es en mi hija, no la veré en seis meses

— ¿Puedo preguntar que sucedió? — Dalton se encoge de hombros

— Su madre, no es algo de lo que quiera hablar ahora — se queja encogiéndose de hombros y retomando su dibujo, no le insisto demasiado, solo me limito a tallar en la arcilla, luego de un rato ponen música en el piso inferior, por lo que el ambiente es tranquilo y casi podría decir que relajante, luego de un rato se nos une Spencer, que siempre parece tener buen humor, se prepara un lugar en la zona más iluminada del taller, y saca un lienzo y empieza a pintar.

Y así estamos durante lo que parece una eternidad, me concentro totalmente en l pequeña escultura, pienso en dársela a Benjamin como recuerdo, puede que lo acepte, o puede que no, pero no perdería nada al hacerlo realmente,  es de arcilla moldeable, por lo que tengo que humedecerlo constantemente para evitar que seque, he traído muchos materiales desde que empecé a ganar algo de dinero, la mayoría eran materiales para esculpir arcilla y un juego completo de cinceles para mis esculturas en mármol

Había estado pensando en una nueva colección sobre el proceso de duelo, una de las piezas principales sería un corazón tallado en mármol blanco, con venas hechas en oro, había planeado toda un serie de esculturas siguiendo la misma temática y el busto de Alice sería la pieza central de todas ellas, realmente esperaba superarme con todo esto, ya que había más de una escultura mía en el mundo que no simbolizaba absolutamente nada, sé que Alice apoyaba mi arte desde pequeños, pero de forma bastante general podía decir que me sentía como un niño pequeño, en un parque de juegos.

— ¿Es de la nueva colección que querías hacer? — pregunta Dalton acercándome y tendiéndome su libreta de sketches, donde había estad dibujándome haciendo la escultura de arcilla

—Si, pero este probablemente termine siendo un pisapapeles — digo encogiéndome de hombros y dejando el producto final a un lado, solo tendría que curarlo y pintarlo, espero que no se quiebre ya que solo conseguiré retrasar el proceso, y por lo que recuerdo, Valentine se encontraría con él pronto, así que podría ser mi oportunidad de enviarle esto como una especie de…ofrenda de paz, tal vez me permita volver a tener contacto con mi hermano, era una m****a saber que me había negado y que no se dignaba a mencionar Alice siquiera.

— Oye, Spence — llama Dalton lanzando una bola de papel al muy desentendido Spencer, quien hasta el momento llevaba solo un complicado boceto en su lienzo.

— ¿Qué m****a quieres? — Se queja Spencer, él y Dalton solían tratarse como la m****a, y era algo bastante divertido de observar

— Ya es tarde, vamos al bar, nuestro amigo Scotty no se nos ha unido a la fiesta desde que llegó — lo miro levantando las cejas, y él me da una palmada, Spencer sonríe de inmediato, contento con la idea.

— No se diga más, le avisaré a los demás —asegura levantándose — a demás muero de hambre, así que vámonos.

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