No sé en qué momento se había ido todo a la mierda, pero en aquel momento me sentía realmente perdido, ya ni siquiera me sentía con ganas de seguir con aquel negocio, tan sólo quería quedarme a su lado, a pesar de que sabía que aquello era imposible, jamás podría quedarme a su lado, mi familia jamás lo permitiría.
Y enterarme de que ella me amaba tan sólo hacía que mi corazón doliese un poco más.
Me paré frente a la panadería, observando como ella atendía a un señor mayor, poniendo la bolsa con el pan sobre la mesa, con posterioridad.
Al menos me alegraba de volver a verla, aunque aquello nos trajese problemas y dolor a ambos.
***
Levanté la vista del mostrador para