En este momento, Leonor también estaba muy intrigada por Simón.
Estaba en juego miles de millones de dólares.
¿Qué le daba derecho a él para decirle esto a Pilar?
¿Qué pasaría si Pilar realmente aceptaba? ¿Estaba realmente dispuesto?
Si no lo estaba, ¿cómo iba a enfrentar entonces las graves consecuencias después?
Sin embargo, solo lo había considerado como una broma.
—No pueden cambiar su decisión, — gritó Leonor mientras agitaba el vaso tres veces.
—Se revela.
Con las palabras de Leonor, Pilar sintió que su corazón dejaba de latir y que se estaba quedando sin aliento.
Lorenzo y David, con los ojos enardecidos, miraban fijamente el vaso como si fueran a explotar.
Las dos muchachas detrás de ellos también estaban muy nerviosas.
Sabían que, si los dos perdían, ellas dos estarían en graves apuros esta noche.
No se atrevían siquiera a imaginar esa escena.
Incluso temían ser maltratadas cruelmente hasta la muerte.
Por lo tanto, sus corazones también se contrajeron violentamente.
Que ganen.