Gonzalo apenas terminó de hablar, cuando Joaquín inmediatamente llevó una caja de madera, llegando frente a Gonzalo y arrodillándose con la caja sobre su cabeza.
Gonzalo hizo un gesto, abrió la caja y sacó un pergamino, desplegándolo con un fuerte golpe.
El pergamino mostraba a un anciano vestido con una túnica, sosteniendo una larga espada en la cima de una montaña, con una apariencia etérea y tranquila.
Al mismo tiempo, el pergamino irradiaba una poderosa presión que dominaba a toda la audiencia.
En ese momento, Casimiro se puso de pie repentinamente, sorprendido, y dijo:
—Se rumorea que la familia Aguilar tiene una reliquia ancestral de un antiguo maestro, con un gran poder. ¿Realmente existe tal cosa?
Casimiro claramente estaba desconcertado.
Y no es de extrañar, ya que estos objetos son parte de la leyenda, de repente, Casimiro también se sintió emocionado.
Teodoro también estaba visiblemente conmocionado, se levantó tambaleante y acarició su barba mientras decía:
—¡Qué tesoro t