—Entonces, ven conmigo. Esta vez, te mostraré lo que es un verdadero practicante.
Al escuchar esto, Thorian se llenó de alegría. Thorian también era alguien interesado en la cultivación, pero debido a sus responsabilidades con su familia, padres ancianos y niños pequeños, no había tenido el tiempo ni los recursos necesarios para dedicarse a ello. Trabajaba sin descanso para mantener a su familia.
Ahora, al oír que Eryndor lo llevaría a ver a un verdadero practicante, Thorian no pudo evitar sentirse emocionado. Sin dudarlo, comenzó a seguir a Eryndor, llenándolo de grandes halagos mientras caminaban ansiosos hacia el sótano de la mansión.
El sótano tenía tres niveles: el primero era un almacén, el segundo una biblioteca llena de libros sobre practicantes y cultivación, y el tercer nivel era un espacio similar a un laberinto.
—Señor Eryndor, ¿me está llevando a un lugar donde hay practicantes? — preguntó Thorian.
—Menos preguntas. Sígueme en silencio, — respondió Eryndor con impaciencia.