Simón levantó levemente la vista y vio a un anciano con una expresión arrugada, encorvado, con un sombrero redondo, vistiendo un traje deportivo gris claro y sosteniendo un bastón negro, con una piedra preciosa del tamaño de un guijarro en la parte superior, de un color rojo muy intenso. Comment by DIEGO.PINZON9@correo.uis.edu.co: Mala traduccion
La primera impresión de Simón fue que este era un anciano de edad avanzada, pero con una gran posición y riqueza.
El anciano se acercó a Simón con una leve sonrisa en su rostro, con arrugas en la cara parecidas a la piel de una naranja.
—Permítame presentarme—. El anciano, apoyado en Camila, se sentó junto a Simón y dijo: —Me llamo Guillermo Guzmán.
Simón le sirvió una taza de té a Guillermo y afirmó diciendo: —Señor, por favor, tome té.
—¿Qué señor? — Guillermo negó con la cabeza y sonrió: —Solo soy un viejo que está a punto de morir.
Simón sonrió sin decir nada, solo miró de reojo a Guillermo de arriba a abajo.
Guillermo dijo con gran indif