Las palabras de Guillermo, en apariencia totalmente serenas, llevaban consigo un significado subyacente.
Sintiéndose muy aliviado, Simón sonrió y dijo: —Está bien entonces, me liberaré y actuaré.
—Bien, antes estaba bastante preocupado por tu seguridad, considerando que estabas solo allá. Pero ahora la situación ha cambiado por completo. Pareces muy confiado, así que sigue adelante y toma medidas correspondientes. Si necesitas algo, la Oficina Nacional de Investigación y Defensa de Poderes Sobrenaturales te apoyará en todo, — dijo Guillermo con firmeza.
—Gracias, jefe, — dijo Simón.
Guillermo colgó el teléfono, y Simón suspiró profundamente.
En ese momento, Lourdes dijo tímidamente: —Lo siento, señor, te he causado grandes problemas ¿verdad?
Ella sabía que, debido a ella, Simón debía cambiar sus planes.
Incluso había arruinado por completo los arreglos del país aquí. Ahora se arrepentía profundamente y tenía ganas de morir.
Pero no quería morir de una manera tan vergonzosa. Todavía qu