CAPÍTULO 65: La propuesta.
Después de que los niños fueron rescatados y la pesadilla finalmente llegó a su fin, Aiden y Liam sabían que el proceso de sanación apenas comenzaba. Ambos estaban conscientes de que, aunque Fiore y Leo estaban a salvo, el trauma del secuestro y las duras palabras que Fiore escuchó de Nicol habían dejado heridas profundas en sus corazones.
Una semana después, decidieron llevar a los pequeños a terapia. Querían que los niños pudieran expresar sus miedos y emociones en un entorno seguro, con la ayuda de un profesional. El consultorio de la terapeuta estaba decorado de forma acogedora, con juguetes y libros que ayudaban a crear una atmósfera relajante. Fiore y Leo, aunque inicialmente nerviosos, pronto se sintieron más cómodos gracias a la calidez de la terapeuta.
Mientras los niños estaban en la sesión, Aiden y Liam esperaban fuera, compartiendo el mismo silencio reflexivo que los había acompañado desde el rescate. Ambos sabían que las cicatrices emocionales tardarían en sanar, pero est