25

 Leonardo, mientras levantaba unas pesas haciendo bíceps, escuchó su teléfono sonar insistente hasta que tuvo que tomarlo.

—:

—Hola — preguntó confundido.

— Señor, la encontramos.

Leonardo, sin comprender demasiado, dijo: ¿A quién encontraron? — preguntó sin entender.

— A Emma, tiene que llegar a la oficina.

—Enseguida voy — comentó Leonardo.

Por primera vez en tres largos años, casi cuatro, le decían algo así. Ahora se sentía muy confundido. Sintió que pisaba nubes mientras caminaba hacia los baños, se dio una ducha muy rápida y finalmente se vio listo en el espejo. En ese instante, nunca hubiera pensado que algo así podría llegar a ocurrir.

Nervioso, salió corriendo del gimnasio. Ignacio

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App