Mundo ficciónIniciar sesión—No lo digas de manera tan ligera, que quiero llorar — comentó Olivia, sintiendo que pronto comenzaría a hacerlo.
—Pues es la verdad, yo te amo — dijo Leonardo, poniéndose de pie y sosteniendo su mano con delicadeza.
—Pero yo estoy con Ignacio — comentó Olivia, y su voz se quebró.
—¿Y qué? Él quiso que habláramos, le diremos que nos amamos. Y lo lamento por él, pero te quedarás conmigo. No dejaré que él se quede contigo.
—Eso suena muy posesivo — comentó Olivia, levantando una ceja, pero con una sonrisa enorme en el rostro, porque lo amaba y estar con él era lo que siempre había deseado en toda su vida.
—Pues te amo, Olivia. No amo a nadie más, ni siquiera a Emma. Solo te amo a ti. Quiero que seamos sinceros, como yo lo estoy diciendo en este momento. — Al escuchar eso, Olivia se sintió mal. No solo tenía el secreto de Emma, sino otro muy guardado profundamente. Uno que iba a visitar cada domingo por la mañana.
—Está bien — comentó ell







