"Yo puedo", murmuró en voz alta, dándose ánimos, y finalmente ingresó.
Lo primero que hizo, como siempre, fue ver a Emma, quien estaba en la cama durmiendo. Briana se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.
"Hola, cariño", dijo Briana.
"Tía Briana", comentó Emma feliz y la abrazó.
"Pasó solo un día que no nos vimos, ¿verdad?", dijo Briana divertida.
"Sí, estuve con mi abuela y me hizo unas galletas muy ricas", respondió Emma.
"¿De verdad?", preguntó Briana divertida.
"Sí, me enseñó a hacerlas, ¿podemos hacerlas juntas?", comentó Emma con alegría.
"Claro, cariño, haremos esas galletitas, mi vida", respondió Briana.
"Le dije que t&uacut