Hari RamírezAl fin un pequeño respiro para la familia.
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30. Sin presiones
Capítulo 30 Chris se acerca a su hija sin dar crédito de lo que ve. A pocos metros, ve a a George se dirige a él propinandole un puñetazo en la cara. Johnny al ver que agreden a su jefe, se acerca a toda prisa, pero George levanta la mano hacia él para que se detenga y guarde distancia, esperaba una reacción como esa. —¡Eres un idiota! ¿cómo pudiste hacernos creer que mi hija estaba muerta? no te imaginas lo que ha sido de nuestras vidas estas últimas semanas. —La mejor manera de hacerle creer a Robert que Aimara estaba muerta, era que ustedes mismos lo creyeran, eres muy mal actor, por lo que necesité tomar medidas drásticas y funcionó. Chris está a punto de volverle a dar cuando escucha a su hija. —Papá, déjalo, estoy viva —se mete entre sus brazos como cuando era una niña. —¡Que alivio saber que estás bien! —unas cuántas lágrimas se desplazan por su mejilla, llenas de alivio y alegría. —Vamos a casa, hay mucho de qué hablar —le pide a sus padres, queriendo regresar a su luga
31. Ser alguien más
Capítulo 31 Aimara se va a la habitación esperando poder dormir y descansar un poco pero se encuentra a su madre sentada en la cama esperándola. —Estas semanas en que te creíamos muerta, pensé que no tenía ya más motivos para vivir, sentía que mi vida había terminado —hace una pausa limpiando sus lágrimas—, cuando Pietro nos dijo que todo fue una farsa, un montaje y que sí estabas viva, no hay palabras para explicarte cómo me sentí. —Lo siento mamá, yo no… —Lo sé —la interrumpe—, no sabes cuánto agradezco tener esta otra oportunidad contigo a mi lado, pero puedo ver en tu mirada que no la pasaste nada bien allá, qué cosas ocurrieron o están ocurriendo, solo espero que me brindes la oportunidad de ayudarte, de que abras tu corazón. Aimara la abraza, sin poder aguantar ni un segundo más todas esas emociones que le aprietan el pecho hasta asfixiarla. —Necesito asimilar todo esto, ha sido una cosa tras y estoy cansada, solo me gustaría que algunas cosas cambiarán. —¿Qué cosas? —in
32. Moneda de cambio
Capítulo 32Leticia no ha dejado de darle vueltas a la situación de su prima, aunque Jann le ha pedido que no se meta en esos asuntos, no puede quedarse de brazos cruzados. Temprano en la mañana, después de despedir a su esposo y dejar al niño con su nana, se va a la oficina esperando encontrar a su padre.La asistente de su padre no se encuentra en su lugar y al acercarse a la puerta, la encuentra entreabierta y escucha a su padre hablando con alguien más. —Pietro, tú y yo sabemos que este mundo no es para nada sano. Aimara es la más terca de las Walker y es capaz de cometer una locura que luego le saldrá caro. —Es una chica fuerte, más de lo que te imaginas, ella podría fácilmente ser la señora de la mafia, aunque George se resiste a su futuro, créeme que será un buen líder. —Y con eso me confirmas lo que vengo sospechando desde hace bastante. No puedo creer que mi cuñado haya sido tan estúpido como para caer con ese hombre. —Hasta donde se, le ofreciste a uno de tus muchachos
33. Fuertes aliados
Capítulo 33Aymara se va del café dirigiéndose al lugar de trabajo de George necesito advertirle informarle lo que está ocurriendo.—Buenos días, ¿Se encuentra el señor Damon?—Buenos días, ¿Tiene cita? —le pregunta de forma cortante la secretaría viéndola de arriba abajo. Aimara se le revuelve el estómago, respira profundo antes de responder. —Disculpe usted, no sabía que necesitaba cita para ver a mi esposo —recarga la última palabra. George sale justo en ese momento de la oficina viendo la cara de molestia de Aimara, pero lo que más le sorprende es lo que le dice y la forma en que le responde a su secretaria. —¿Sucede algo? —le pregunta a Aimara ignorando por completo a su secretaria.—Me he dado cuenta que tus empleados aquí no saben quién soy yo por lo que me corresponde estar dando explicaciones de quién soy —se cruza de brazos sin poder ocultar su molestia. George sonríe satisfecho, se acerca a su esposa y le da un beso en los labios, dejando a más de uno con la boca abier
34. Te estoy informando
Capítulo 34Aimara se va a casa de sus padres un rato con Laura mientras que espera que Cris llegue hay algunas cosas sobre el contrato que necesita saber antes de tomar más decisiones.—¡Qué sorpresa! Pensé que pasaría semanas antes de volver a verte —Laura abraza a su hija feliz de tenerla en casa.—Antes estaba muy ocupada en las cosas que más me gusta como es el arte pero ahora… voy a aceptar a ocupar mi puesto en la empresa. —¿Qué te hizo cambiar de opinión? ¿Acaso tu padre te ha vuelto a presionar? Aimara niega enseguida.—Quiero que las cosas cambien en esta familia y como sé que no va a ser algo agradable para todos, quiero llevar la delantera e implementarlos yo.—¿A qué cambios te refieres? —ya Aimara le había comentado algo, por lo que busca sacarle información.—Llego el momento de tomar las riendas de la empresa, estar al frente y no solo ser la cara bonita. Es hora de que las cosas cambien.—¡Estás loca! ¿George te metió esto en la cabeza? —ve a su hijo revisada sabien
35. Tal como lo fue su abuela
Capítulo 35 Los días siguientes, Aimara se mantuvo concentrada en su objetivos, tenía muy claro lo que quería y contaba con el apoyo que necesitaba, aunque lo que más deseaba era que sus padres estuvieran de su lado. George no era condescendiente con ella a la hora de entrenarla pero lo que más le sorprendía eran los días en que Marcus se ofrecía estar con ella cuando George se le hacía imposible. Y hoy sería uno de esos días. —Tu mejor arma es lo que proyectas, siempre demuestra ser una mujer dulce y delicada, indefensa y es algo que debes de mantener. Marcus camina al rededor de ella para luego entregarle un arma. —Pero, ¿eso no me expondría ante un posible peligro? —Será tu mejor arma porque así podrás averiguar fácilmente quién está de tu lado y quién es tu enemigo. —Se escucha confuso —se le queda viendo esperando que vaya al punto y se deje de rodeos. —Es fácil, cuando crean que tú eres solo una damisela en apuros e intenten atacarte, sacarás tu segunda arma y le dispa
36. La presidencia
Capítulo 36A pasado dos meses que empezó su entrenamiento, ahora debe continuar a lo siguiente en la lista, asumir su puesto en la empresa, algo que tomara por sorpresa a la familia, aunque ya ella se los había informado.—Aun no me siento lista —comenta en voz baja, sus nervios son palpables.—Estos meses has trabajado duro para esto, no estás sola —le recuerda George tomando su mano— recuerda siempre tu entrenamiento, oculta tus nervios.—Luche tanto para no tener que hacer esto… ahora, estoy aquí, lista para asumir una responsabilidad que evite por varios años —respira profundo para evitar derramar esas lágrimas que inunda sus ojos.—Esta es la primera de muchas decisiones difíciles —le confiesa, recordando cuando le tocó a él tomar decisiones— con el tiempo aprendes a vivir con ello.George sale del carro y la ayuda a salir.Aimara entra escoltada por George, encontrándose dentro con Marcus que les informa que todos ya se encuentran en la sala de juntas a la expectativaGeorge ab
1. Decisiones
Chris aprieta la hoja en su puño, arrugándola, haciéndola bolas, queriendo estar frente de él y matarlo. Reconoce que después de todo su madre tenía razón, dejarlo con vida era su mayor error, una vez más el peligro los acecha, pero principalmente a su hija.«Debo hacer algo, no puedo permitir que Aimara caiga en su red, nunca me lo perdonaría»Está tan sumergido en sus pensamientos que no escucha cuando Greta, su secretaria, entra a la oficina.—Buenos días, señor, ya todo está dispuesto para que se encuentre en el restaurante con el cliente, está hecha la reservación y su chofer lo espera abajo —le informa.—Gracias, Greta.Agarra sus cosas y sale de su oficina para encontrarse con el cliente, aunque en ese momento lo único que quisiera hacer es correr hacia dónde está su hija y encerrarla en algún sitio donde Robert nunca pueda llegar a ella, pero sabe que eso es imposible, por lo que tendrá que buscar otra estrategia.Luego de dos horas de intentar negociar con su cliente para que