Lara dejó caer la nota al suelo en medio de los temblores de sus manos, sintió la boca seca y de pronto todo a su alrededor se volvió negro.
Cuando despertó, la cabeza le dolía como el demonio, se llevó la mano para tocar entre su cabello y notó un hematoma inflamado en la parte de atrás. Estaba recostada en la enfermería del hotel y Waylon a su lado tenía la cabeza apoyada contra la camilla y sostenía una de sus manos. Se había quedado dormido con una expresión de preocupación en su rostro.
Le dolió en el corazón verlo ahí, amargándose las vacaciones y la luna de miel que prometía haber sido genial, y ahora estaba rodeada de sombras todo por su culpa, porque no había podido ser sincera en cuanto a su extinta relación con Rowdy.
De pronto, el recuerdo de la maldita nota atropelló su mente y Lara echó una ojeada hacia todas partes en busca del pedazo de papel sin hallarlo. Se le hizo un nudo en la garganta, y el corazón amenazó con salírsele por la boca
¿Y si alguien lo encontraba? Ser