Waylon se giró para atravesarla con una mirada gélida y altiva.
— Aléjate de Lara, y no se te ocurra volver a ensuciar su nombre en tu boca, Ashley, ella no es del tipo de mujeres con las que tú te rodeas, ella es diferente y no te permitiré que hagas comentarios sobre mi novia.
— ¡Tranquilo, Romeo!, solo era una broma para romper el hielo entre nosotros — Ofreciéndole una sonrisa sexi.
— No hay ningún hielo que romper, ¡Y no hay un “nosotros”! Lara es mi prometida y será mi esposa dentro poco. Le debes respeto, y te agradezco que no te acerques a mí tampoco si no es necesario.
Las comisuras de labios de la morena se elevaron en una curva mordaz.
— ¡Eres un estúpido, Waylon Scott! — Soltó con un tonito burlón mientras continuaba en su pasarela personal, y, deteniéndose junto a la orilla del bote, hizo un salto perfecto y elegante, dibujando un movimiento de arco en el aire antes de caer sobre el agua con la gracia que le daba haber sido campeona de natación y de salto en la escuela.
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