Capítulo 28. Escabullir.
Habíamos hablado durante mucho tiempo queriendo ver la solución a los problemas que parecían no tener fin. Más que nada porque a todos les preocupaban sus familias, el asunto estaba en que Alessio se encontraba particularmente en una encrucijada con respecto a mí ya que yo me encontraba entre viajar o no a Rusia y él no quería dejarme ir sola.
Decidimos que me quedaría con él durante un mes o dos, dependiendo como vaya la situación. Aprovecharemos a organizar los detalles de la boda ya que él estaba muy seguro que si me iba su madre aprovecharía y tomaría las riendas de todo y perderíamos la libertad de elegir.
A pesar de que ya habíamos dormido juntos, aunque no había ocurrido más que eso, nos manteníamos en habitaciones diferentes con la intención de no dar que hablar y mucho menos defraudar a su madre. Pero se había vuelto habitual quedarnos a conversar hasta tarde en alguna de las habitaciones con la intención de conocernos mejor.
— ¿Qué estás pensando? — me pregunta Alessio mi