“Echémosle un vistazo”. Lily se sintió interesada.
Cuando entraron, vieron varios recipientes de sándalo rojo. A primera impresión, había pocas diferencias con el estándar. Había muchos sándalos falsos en el mercado, pero los de aquí parecían de muy buena calidad a primera vista. Sin embargo, aun así no eran muy exóticos.
“¿Qué tiene de especial?”. Jenny se inclinó más hacia las hojas y las olfateó varias veces.
“Ustedes son las expertas. ¿Por qué no miran por sí mismas?”, dijo Ben con una sonrisa, luciendo sincero y honesto.
Lily echó un vistazo más de cerca y extendió la mano para arrancar algunas hojas. Un poco de savia goteaba del tallo roto mientras se desprendía un olor único. Olió la hoja y tocó la rama.
Pudo ver que una parte de la rama estaba hendida. “¿Realizaron un injerto?”.
“Tiene buen ojo, Señorita. Es la primera de los que han venido a ver este sándalo que se dio cuenta de esto”. Ben le mostró un pulgar hacia arriba.
“¿Injerto? ¿Con qué planta lo injertaste?”. Je