Al salir del hospital, Luna sintió como si toda su mente y su cuerpo estuvieran aturdidos y confundidos.
No importaba cuánto tiempo ella pensara en ello, no lograba entenderlo.
Si ella y Joshua eran realmente los únicos que habían visto esta foto y Joshua la compró al final, entonces incluso si la persona que le envió el correo electrónico a Bonnie no era Joshua, él al menos lo sabría.
Pero si el remitente era realmente Joshua...
Entonces, ¿cuál era su objetivo?
Estos documentos y evidencias no le convenían a Fiona. Él la amaba tanto, que incluso estaba dispuesto a acompañarla en sus últimos días, así que ¿por qué él la avergonzaría en público de esa manera ayer?
Luna estaba completamente desconcertada.
De vuelta a la Villa Bahía Azul, ella contempló el asunto durante un largo rato y, al final, ella le contó a Nigel acerca de los correos electrónicos. También le envió la dirección de correo electrónico del remitente.
El pequeño comprendió de inmediato lo que ella quería de