Su toque es una amenaza para mí, porque sé cómo se encuentra detrás de mí y también soy consciente de que no soy inmune a su buen cuerpo. Por lo que, sigo creyendo que fue una mala idea aceptar que nos colocaremos bloqueador solar.
— ¿Padre estará bien? — pregunta Taddeo y yo trago duro asintiendo.— Sí, solo necesita descansar un poco. A veces cuando nos agotamos, nuestros cuerpos nos mandan señales y es por ello, que terminamos con dolor, sangrando o con malestar de otro tipo.— Entiendo, entonces, ¿es posible que se recupere? — Si te preocupa que tengamos que cancelar el viaje, no pasará. Solo fue un ligero sangrado, no hay algo de que alarmarse.— Está bien. — dice Taddeo sonriente.Taddeo se gira para que le coloque el bloqueador y su sonrisa hace que se me olvide a quien tengo detrás, hasta que sus