86.
Desde el palco real, el Rey Alfonce observaba con tristeza a sus dos hijas entre los participantes. No podía hacer nada para evitarlo. Se limitó a dar las palabras de apertura:
—Se recuerda a los participantes que salir del área de combate se considera una rendición inmediata y les hará perder el combate. Cada uno podrá utilizar las armas que considere necesarias. La magia no tendrá límites de uso. Nadie podrá irrumpir en el área de pelea para ayudar o atender a ningún combatiente, ya que esto también se considerará una rendición.
—Al público asistente se le recuerda que la seguridad es nuestra prioridad. Para ello, se han dispuesto barreras especiales que impedirán que cualquier hechizo o ataque traspase el área de combate. Para ganar un combate, su oponente debe quedar fuera del área, rendirse o quedar incapacitado para continuar. Peleen con valor y, sobre todo, con honor. Recuerden que asesinar al oponente no está penalizado, pero nadie respeta a un campeón sin honor.
Tras concluir