—¿Pero quién? —preguntó Anthony, inquieto. Sus recuerdos eran vagos y caóticos. Una imagen, en particular, lo perturbaba profundamente.

En ese momento, el padre de Anthony entró bruscamente en la habitación. Al ver a Héctor atendiendo a su hijo, frunció el ceño con desaprobación. Nunca había respetado a Héctor debido a su pasado como esclavo.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó con tono severo.

—Aún no lo sabemos con certeza —respondió Héctor, tratando de mantener la calma. No necesitaban más conflictos.

—Ya le he preguntado a mi hijo —insistió el ministro, con la misma expresión dura.

—Es la única respuesta que tenemos, padre. No sé qué pasó —dijo Anthony, visiblemente confundido.

—Su hijo fue picado por una araña glaciar —explicó Héctor con paciencia—. El veneno afecta tanto el cuerpo como la mente. Es probable que no recuerde lo ocurrido con claridad, al menos por ahora.

—¿Por qué estabas en el bosque? Es una imprudencia entrar ahí solo, y más aún involucrar a una dama como la señorita