35. La guerra llegó
Gracias a la sangre del Fenrir, Serena resistió el proceso de sanación. Tanto ella como Anthony comenzaron a recuperarse bajo la supervisión de Arturo, quien decidió mantenerlos en su hogar hasta que estuvieran completamente estables.
Por su parte, André tuvo que volver al castillo para explicar al Rey el motivo de su repentina salida del consejo. No sabía cómo justificarse sin levantar más sospechas. Solo atinó a decir:
—Tenía algo urgente que atender.
Afortunadamente —o no—, la noticia de que Serena y Anthony habían sido encontrados heridos en la entrada del bosque ya había llegado a oídos del Rey, quien, en parte, comprendió el actuar de su hijo. Sin embargo, Damián no tardó en hacer una pregunta incómoda:
—¿Por qué te importa tanto esa niña?
En la sala estaban solo el Rey Alfonce, Damián y André. La pregunta colgaba en el aire. André vaciló, buscando una excusa.
—Ya lo dije. Ella puede tener información que nos ayude a encontrar a Mariel.
—Te vi ayer. Estabas destrozado. No era sol