14. Él no es bueno para ti
Aunque también sabía que existe el riesgo de que no se lleven bien, y eso podría destruirla. Porque si había algo que Serena (o Mariel) deseaba más que nada… era tener una familia.
Luca acompañó a Serena hasta la entrada de la academia y se despidió con una sonrisa antes de regresar al interior. Serena comenzó a caminar hacia la casa de Héctor, pero pronto se dio cuenta de que la ciudad de Leória era enorme y apenas recordaba el camino. Un leve nerviosismo la invadió al notar que estaba perdida, pero algo desvió su atención.
—Hola, ¿Serena, verdad? —Anthony se acercó al verla sola. Había algo en esa chica que lo atraía de una manera inexplicable, y eso lo molestaba. No parecía especial ni diferente a las demás jóvenes que siempre lo seguían, y sin embargo… ¿por qué lo inquietaba tanto?
—Sí… hola —respondió ella, algo incómoda.
Serena nunca había aprendido cómo actuar con naturalidad. Siempre había recibido órdenes: a quién enamorar, a quién eliminar. Ahora, sin una instrucción clara, n