Nuevamente me subí al vehículo con Catherine y Anthony, este se me quedaba mirando, sentía que algo quería decirme.
El vehículo salió de la carretera principal donde ingresó por una calle que daba unos grandes portones, al abrirse entramos y vimos como un camino nos llevaba a una gran mansión.
Al fondo una linda fuente de cisnes y también era un lugar bastante grande, demasiado elegante y también tenía unos grandes espacios en todo lo que era las ventanas y balcones.
— Hemos llegado —
— ¿Amor dónde estamos? —
Cristofer tomó de mi mano y llegamos a la fachada, en eso nos abrieron la gran puerta de la mansión y saludaron a Cristofer como siempre con mucha cortesía y sin ningún modo inadecuado.
En lo que entramos a la sala de recibimiento todos saltaron de la felicidad y al mismo tiempo nos felicitaron.
— Estamos en nuestro hogar acá en Canadá, para cuando vengamos tengamos dónde estar y hoy nos dieron el permiso de funcionamiento —
— En serio amor que felicidad y gracias amor el lugar e