Me dio gracia ese comentario, ya que me dieron a entender que debía estar arreglada cada vez que hay visitas, es como si no supieran que en la cocina cuesta estar arreglado.
Me dirigí a la casa y busqué un vestido verde agua con rosas blancas que disimula un poco mi vientre y se comienza a ver más mis bebés.
Al caminar para llegar al parqueo veo que Cristofer estaba conversando con el chófer, se veía demasiado guapo con un traje a la medida en azul oscuro, su sonrisa que me fascina y su cabello sumamente arreglado, es demasiado elegante.
No es por nada, pero cada vez que lo veo me dan un deseo de sentirlo en la intimidad y me hace olvidar rápidamente a Anthony.
— ¿Sucede algo Andrea? —
— No, es solo que estaba pensando si hay dónde cocinar —
— Hay una cocina y sería solo pasar a comprar lo que necesites para preparar los almuerzos, vamos con tiempo y pasaremos al supermercado —
— Me parece genial, ¿Qué te gustaría de almuerzo? —
— Móntese al carro y déjame pensar —
Me monté y casi me