—¿Qué? El juez que presidía, que no había dicho una palabra en un tiempo, pareció sorprendido.
Los ojos de Isabella se cerraron y agachó la cabeza. A medida que su mente repasaba los eventos que la llevaron a perder a su hijo en ese momento, su corazón se sentía más pesado. Ese fue un recuerdo que hizo que un profundo dolor descansara en lo más profundo de su corazón.
—¿Aborto espontáneo? —preguntó el interrogador, con una voz que transmitía una especie de incertidumbre.
Sin decir una palabra, la mano del señor Richard se acercó a la de Isabella para ofrecerle su pequeño apoyo. Si bien Isabella sabía que su abogado tendría preguntas para ella, su mente se dirigió instantáneamente a Charles.
Hubo un momento en que ella quiso contárselo. Pero en ese momento... Todo su ser estaba en contra de la idea.
—Sí. A medida que el Dr. Jones respondió, la atmósfera se volvió más pesada de emoción. "Todavía recuerdo ese día con claridad. Isabella era lo suficientemente fuerte como para ayudarse a