Por Franco.
Sigo escuchando su dulce voz y sorprendiéndome par bien.
-¿A qué hora hay que llevarle café o lo que tome?
-¿Llevarle café?
-Sí, en las películas todas las asistentes le llevan café a los jefes.
-No, estoy muy vieja para que me moleste con esas cosas, se lo hace él, tiene la cafetera en su oficina.
-¿Quién le repone café? ¿Quién le lava las tazas, etc?
-La chica de la limpieza.
-¿Qué más hay que hacer?
-Nada más.
-Bueno, me va a sobrar tiempo para estudiar, yo estaba preocupada por eso.
Pasan unos segundos y Ornella le sigue preguntando a Rosita miles de cosas.
-La sala de juntas ¿Quién la dispone?¿Cada cuánto son las reuniones?
¿Quién toma notas?¿Si recibe gente, cómo la anunciás? Y lo más importante ¿Andan bien los parlantes de la computadora?
-¿Parlantes?
Ornella parece que cada vez tiene más preguntas y Rosita está un poco perdida ante el interrogatorio que recibe.
-¿Dónde hay enchufes? ¿Tenés un celular solo para la empresa? Así no le doy mi número privado a los que n