—Que ustedes ¿Qué? —la voz de Damián sube dos octavas y mira con incredulidad a Zane y Abby del otro lado de la mesa del comedor.
Después de pasar una tarde muy entretenida ordenada todo en la habitación que ahora comparto con mi esposo. Decidimos bajar y los encontramos con la sorpresa de que Zane estaba con Abby en el salón de televisión si no que estaban muy juntos.
Ahora están con nosotros cenando y Abby nos acaba de dar la buena nueva de que han vuelto a estar juntos
—Muchas felicidades—los miro con mi mejor cara feliz por ellos. Damián me fulmina con la mirada y evito poner los ojos en blanco.
—Estoy enamorado de tu hermana—Anuncia Zane en tono calmado—Ella me ha dado una oportunidad, la cual no pienso desperdiciar—continúa—Sé que falte a nuestra amistad cuando me relacione con ella a tus espaldas, pero esta vez queremos que estés al tanto de nuestros planes.
—No te estoy pidiendo permiso—esto viene de Abby—Solo te pido, que lo aceptes y me apoyes.
—¿De verdad me pides eso?
—Si—