—Zachary, lo que digo es que, necesito un poco de tiempo para intentar si puedo adaptarme a tu mundo. Si no puedo, no quiero presionarme, y tú tampoco me presiones. Es difícil mantener un matrimonio tan desigual.
—Ahora, te acabas de enamorar de mí hace poco tiempo, y es el momento en que tienes sentimientos fuertes. Pensarás que puedes tolerar todo de mí y que no te importa mi posición.
—Después de un tiempo, sentirás que no puedo ayudarte en nada, y que no tenemos nada en común. Hablas de finanzas, acciones e inversiones, y yo no sé nada de eso. Cuando me llevas a un banquete con tus amigos, las esposas de los demás pueden hablar con vosotros, ¿y qué puedo decir yo?
—¿Acaso os pregunto qué tipo de comida vais a tomar hoy? ¿Y qué sopa queréis?
—Entonces sentirás que soy una deshonra para ti, y pensarás que soy inferior a las esposas de tus amigos, porque ellas son del mismo nivel con sus maridos. Están en círculos iguales, tienen las mismas ideas y conocen las temas de la conversación