Sandra no quería seguir hablando con su hijo.
—Si no tienes nada más que decir, voy a colgar.
—Mamá, ayudaré a Chloe. Te dejo en paz, adiós.
Sandra colgó.
Ricardo respiró aliviado después de que su madre colgara la llamada.
Levantó la mano y se secó el sudor frío que le escurría por la frente.
Sudaba después de haber acusado impulsivamente a su madre hacía un momento.
El hecho de que sudara con tanto frío demostraba lo asustado que acababa de estar.
Chloe cogió un papel pañuelo y se lo dio a su hermano.
Ricardo dejó el celular, tomó el pañuelo y se secó el sudor frío, diciendo mientras lo hacía, —Me dio un susto de muerte, no sé cómo me atreví a decir esas palabras.
—Tienes mucho valor.
Ricardo la fulminó con la mirada y gimoteó, —Es culpa tuya, ¿por qué me pasaste el celular cuando hablabas con mamá? Ahora mamá me da muchísimo miedo, como el gato al ratón.
—Fuiste tú quien preguntó cuándo iba a volver mamá, yo no lo sabía y de casualidad mamá llamó, así que pensé que podías preguntárs