Axel dijo: —Lo demostraré con hechos.
Cristina enarcó las cejas y sonrió: —Qué confiado eres.
Belén miró a su prima y le preguntó a Axel: —¿Cuándo puede venir a trabajar?
—En cualquier momento que usted desee.
Belén sonrió y dijo: —Muy bien, entonces empieza a trabajar mañana. Miguel debería haberle preparado alojamiento. El sueldo empezará mañana, el periodo de prueba es de un mes, y durante ese tiempo el sueldo se calculará por días, no tiene que preocuparse por trabajar por nada.
Belén trataba a todo el mundo por igual, viniera quien viniera.
—Miguel me dijo ayer dónde vivir. En cuanto a cómo está el sueldo, me da igual, vine por el reto, no por el sueldo.
No le faltaba dinero, le faltaba una mujer.
—Excelente. Ahora puede volver al dormitorio a descansar. Miguel le dirá cuándo deben hacer comidas diarias. Excepto el desayuno, las horas del almuerzo y la cena son las mismas.
Por la mañana cada uno se levantaba a una hora diferente, así que las horas del desayuno no estaban fijadas.