Isabela y Xisela charlaban sobre abrir una tienda mientras los dos hombres, que no tenían ninguna tema de hablar, se miraban con ojos muy abiertos.

Por aquí, Callum y Leandro se encontraba en una situación tensa, y por allá, Zachary y Serenity llegaban a su destino, pero dos coches les bloqueaban el paso en la puerta.

Los dos coches no estaban aparcados así a propósito, simplemente estaban aparcados uno al lado del otro y casualmente bloqueaban la entrada.

En cuanto los dos guardias de seguridad en la cabina de servicio de la entrada principal vieron llegar el Rolls Royce, supieron que era Zachary quien había regresado.

Los dos guardias salieron precipitadamente y se dirigieron a los dos coches, llamaron a las ventanillas y, cuando el chófer las bajó, dijeron: —El señor York ha vuelto, por favor, aparque el coche por allá y espere a que responda el mayordomo.

Las personas que estaban en los coches eran las dos tías de Isabela, Seraphina y Eulalia.

Habían quedado para visitar a la madre