Poco después, llegaron a la Mansión Núñez.
La Mansión Núñez estaba muy iluminada, con varios autos estacionados en la entrada y el patio. Todavía había un camión donde los trabajadores constantemente movían cosas de este camión a la casa.
Callum detuvo el auto y le preguntó a Isabela: —¿Te estás mudando o has traído cosas de otro lugar?
—¿Qué?
Isabela aún no había salido del auto, con las puertas y ventanas bien cerradas. No podía escuchar el bullicio proveniente de la villa en ese momento. Al escuchar la pregunta de Callum, quedó atónita por un momento.
Su reacción dejó claro a Callum lo que estaba ocurriendo.
Callum respondió: —Hay varios autos estacionados en frente de tu casa y un camión en el patio. Alguien está sacando cosas del camión y llevándolas a la casa. Parece que están mudándose. ¿Estás de acuerdo en que alguien se muda a tu casa?
—No.
Isabela se desabrochó el cinturón de seguridad, tomó su muleta, abrió la puerta y salió del auto.
—Si no me equivoco, mis dos tías han reg