Llevaba años dando dinero a su hermana sin darse cuenta.
—…—la señora Brown se quedaba sin palabras.
En este momento, se sonó el ruido de abrir la puerta.
Hank no habló más con su madre, adivinando que era Jessica la que había vuelto.
Efectivamente, la puerta se abrió y Jessica regresó con dos comidas rápidas en la mano.
—Cariño, has vuelto, justo a tiempo, vamos a comer, he empaquetado dos porciones de comidas.
Jessica se acercó con dos comidas rápidas, se sentó al lado de Hank, luego abrió la bolsa, sacó una de las porciones y se la entregó a Hank, después de eso, puso su propia porción en la mesa de centro, abrió la tapa de la caja y comenzó a comer.
Hank miró a su madre y luego a Jessica y preguntó.—Cariño, ¿solo has empaquetado dos? ¿Y qué comen papá y mamá?
—No les he comprado comida. Se hacen ellos solos lo que quieren comer. Todavía hay dos paquetes de fideos instantáneos, suficientes para los dos. También hay tres huevos, suficiente para vosotros tres.—dijo Jessica mientras co