¡EMILY QUISO CORRER!
Apenas sus ojos azules vieron al CEO Robinson frente a ella. La mujer pelirroja retrocedió. Su corazón latiendo aceleradamente.
Su mirada se volvió hacia atrás, y ahí, firme y con una expresión fría. Estaba el asistente del CEO, Jack Smith. El hombre rubio dejaba claro que… ¡No podría huir de nuevo!
—Deja de actuar como una niña y portate como la m@ldita mujer madura e inteligente que se supone que eres —dijo ese hombre con crueldad.
Emily sintió las lágrimas deslizándose por sus mejillas, las secó torpemente con sus manos, pero era inútil, más caían y más le dolía el corazón.
—Vete al diablo… —susurró ella. Intentando sonar firme, aunque su voz estaba quebradiza. Clavó su mirada en Franklin nuevamente—. ¡NO VOY A ABORTAR! ¡No me harás perder a mi bebé! ¡Yo quiero un bebé!
Franklin cerró los ojos por un momento. Un intento de controlar toda la furia en su interior que estaba a punto de explotar.
Él caminó hacia ella, el sonido de su bastón, y l