Después de recibir la confirmación de Sebastián sobre su seguridad, Adelina asintió y lo siguió de cerca.
Al entrar, la familia Alejandro acababa de bajar las escaleras, observó a los dos y luego miró a Sebastián.
—Tu abuela ha salido del hospital y te ha estado extrañando. Deberías subir a verla.
Sebastián mostró cierta incomodidad en su rostro. Podía percibir que la familia Alejandro deseaba hablar con Adelina a solas. Le preocupaba que ella no pudiera lidiar con su estilo de interrogatorio agresivo.
Adelina también estaba un poco asustada, pero después de pensar un poco, decidió enfrentar la situación. Después de todo, todo había comenzado por ella. Aunque no había sido intencional, aún así debía asumir la responsabilidad.
—Ve, estaré bien aquí.
Sebastián frunció levemente el ceño, pero sal ver la mirada decidida de Adelina, finalmente cedió. Sin embargo, se acercó al oído de Adelina.
—Si alguien te molesta, quédate en silencio y espera a que yo venga a resolverlo. ¿Entendida?
Mient