—¿Así que esa persona ya está muerta? ¿Fue silenciada?
Ana frunció el ceño, las cosas parecían más complicadas de lo que había imaginado.
Alguien capaz de matar a otra persona tan fácilmente, seguramente el autor intelectual detrás de esto era despiadado. Gente así representa un peligro extremo, y ella no recordaba haber ofendido a un personaje tan temible.
—No te equivocas, el muerto es el camarero que te drogó. Dicen que fue suicidio, pero no lo creo, la policía ya está involucrada, así que probablemente en unos días saldrá un informe de la investigación. Estos días, ten cuidado.
Lucas hablaba con seriedad, y la actitud atenta del hombre permitió que Ana se calmara poco a poco.
Lucas tenía razón, ella tenía cosas más importantes que hacer ahora, protegerse a sí misma y a su familia era la prioridad. En cuanto a los hechos que ya habían sucedido y que eran imposibles de revertir, Ana no planeaba perder tiempo ni energía en ellos.
—Entendido.
Después de asentir, Ana planeaba irse, pero