Capítulo 1202
El doctor aún recordaba las instrucciones previas de Lucas, por lo que no reveló toda la verdad. Al enterarse de que la enfermedad de Ana no era grave, los dos pequeños finalmente suspiraron aliviados.

—Qué alivio, mamá, de lo contrario nos habríamos preocupado hasta la muerte.

Ana extendió su mano y acarició las cabezas de los niños. Sin embargo, incluso este simple gesto resultó ser extremadamente difícil. Sentía que su mano pesaba como si tuviera mil kilos y se cansaba fácilmente al hacer cualquier cosa. Sin embargo, para no preocupar a los niños, Ana sonrió.

—¿Acaso subestiman a su mamá? No soy tan frágil.

—Mmm, entonces debes recuperarte pronto y salir del hospital.

Los niños no dijeron nada más, sino que ya estaban esperando que Ana fuera dada de alta. Al mencionar el hospital, Ana de repente recordó algo y su expresión cambió.

—Javier, José, vayan a ver si él todavía está ahí, tengo algo que preguntarle.

Aunque Ana no quería mencionar el nombre de Lucas, los niños se miraron y r
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