— Por los niños no te preocupes — la cortó Christian, quién ya estaba preparado para aquella objeción, además no era la primera vez que se quedaba con sus nietos— se quedarán muy a gusto en mi casa.
Por un momento pensó que aquello haría un poco más difícil ver a Enzo. Si estaba cuidando de sus nietos no podría acudir a verlo y era muy pronto para invitarlo a casa, muy pronto y peligroso porque no estaba preparado para salir del armario y mucho menos frente a la ex prometida de su hijo. Pero no importaba, si Enzo le amaba entendería.
— ¿Pero qué pasa con Eleonor, ella no sabe de los niños y vivirá en esa casa?— Claire miró a Jareth sin saber del todo si quería que hiciera lo que le iba a pedir, por qué lo veía justo o por qué tenía cierta necesidad de reconocimiento frente a quien había pretendido casarse con el hombre que amaba, que la hacía sentirse culpable, pero no por ello dejaba de querer aquello — Si va a estar cerca de mis hijos, debe saber la verdad por ti.
—Ella lo va a sabe