Kiara

"Está bien, papá. Nada de novio. Termino con él... y tú le das la oportunidad que siempre dijiste que le darías". Hablé con firmeza, a pesar de que mi pecho estaba oprimido.

Él me estudió por unos segundos más, la mirada tensa.

"¿Y qué piensas hacer?"

Solté un largo suspiro.

"Necesita ver quiénes somos realmente. Cómo vivimos, cómo entrenamos, cómo es nuestra familia. Jason fue criado sin amor, sin cariño. Lo veo en sus ojos. Todo lo que sabe... es que necesita odiarnos. Que tiene que destruir a la familia que mató a su madre".

Mi padre inspiró hondo, los hombros aún tensos.

"Aun así...", murmuró, pensativo.

El silencio volvió a caer. Pero no era un silencio vacío. Era pesado. Como todo en esa habitación. Como todo lo que Jason había dejado atrás, en ese instante.

Mi pecho dolía. Aún oprimido.

Incluso después de que él se fue, parecía que el peso de la habitación se pegaba a mi piel. La tensión... sofocaba.

Y entonces, después de una larga pausa, mi padre finalmente rompió el si